Según un estudio realizado por Fotocasa sobre «La negociación en el mercado de los alquileres», en el último año, un 34% de los que alquilaron una vivienda negociaron las condiciones, un dato no muy distinto a las tasas de negociación precovid, cuando un 32% negoció el precio del alquiler. Incluso, es un porcentaje más bajo que el registrado en 2019, cuando el 37% de los que alquilaron intentaron negociar.

Pero, la diferencia reside en la cantidad de inquilinos que consiguieron, con éxito, abaratar el precio de su alquiler. En el último año y tras la pandemia, los inquilinos que alquilaron una vivienda y negociaron consiguieron mejores resultados. El 75% (o 3 de cada 4) de los que alquilaron una vivienda como inquilinos y negociaron (ese 34%) pactaron un cambio de precio a la baja frente al 11% que consigue todo el contrario: ver crecer su renta mensual.

En 2020, el 66% pactó una bajada en el precio frente al 20% que tuvo que pagar más. La transformación del mercado del alquiler, en la que los precios presentan la mayor caída de la última década, fue propiciada por el descenso de la demanda en las zonas más céntricas de las grandes ciudades y el debilitamiento de la participación de las franjas de edad más maduras. Esta suma de factores hizo que el inquilino se encuentre en una posición privilegiada a la hora de fijar el precio de la vivienda. 

Por otra parte, 9 de cada 10 inquilinos que pactaron una rebaja en el precio del alquiler consiguieron una bajada, como máximo, del 15% sobre el precio inicial, muy similar a lo que consiguieron abaratar los que alquilaron en 2020. Es decir, para un piso de unos 80 metros cuadrados con un valor inicial 850 euros, se consiguió una rebaja máxima de 127,50 euros, por lo que pactaron una renta tras la negociación de 722,50 euros.
 

Fuente | Fotocasa