La crisis sanitaria provocada por el covid-19 ha traído consigo un gran cambio en los hábitos de consumo de la sociedad, sobre todo en el sector inmobiliario. Tras el confinamiento del pasado mes de marzo, el miedo a un nuevo encierro por parte de las autoridades sanitarias para evitar la expansión del virus provocó que se disparase la demanda de las viviendas unifamiliares con terreno. Y es que nada ha adquirido más valor durante el confinamiento que el espacio y la independencia, así como los espacios privados al aire libre.

Según el portal Idealista, las familias se están decantando por las viviendas unifamiliares en el extrarradio de las ciudades debido a su oferta de habitaciones más amplias, con espacios exteriores y entornos naturales. Además un estudio realizado por la misma plataforma releva que el interés por comprar vivienda en municipios de menos de 5.000 habitantes aumenta en la desescalada. Los pueblos concentraron el 13,2% de las búsquedas de vivienda en el mes de junio, frente al 10,1% del mes de enero.

Sin embargo, el principal problema que están teniendo las agencias del área de Pontevedra es que está habiendo una demanda altísima y la oferta es casi nula, lo que está haciendo aumentar el precio de este tipo de viviendas. 

Fonte | Diario de Pontevedra