Con la llegada de la "nueva normalidad" a Galicia en junio de 2020, las casas se convirtieron en refugio ante la crisis sanitaria y el confort subió como la espuma en la lista de prioridades de las familias.

Por ello, hay un nuevo perfil de demanda en la comunidad con la búsqueda de alternativas residenciales en localidades más pequeñas y mayor contacto con la naturaleza y los espacios abiertos, especialmente el mar. Ahí está el epicentro del negocio ahora. Las ventas de viviendas en los siete concellos más poblados de Galicia, en cambio, bajaron con fuerza en el año de la pandemia.

Así, hay dos tendencias claramente opuestas en función del tamaño de los municipios en cuanto al mercado inmobiliario: retroceso en los mercados de mayor dimnesión (Vigo, A Coruña, Ourense, Santiago, Lugo, Pontevedra y Ferrol), los cuales sumaron 7.754 transacciones de vivienda, unas 1.000 menos que en 2019 (8.833); y, por otra parte, el aumento en gran parte de los concellos medianos y costeros como por ejemplo Lalín (225), con una subida del 132%; Nigrán (176), un 42% más que en 2019; Negreira (127), un 273%; y Barreiros (123), donde el ascenso fue del 108%.

Fonte | Faro de Vigo