La nueva ley de la vivienda aprobada por el Gobierno recientemente ha provocado unos efectos determinantes sobre el mercado de la vivienda. Las promotoras informan de que en las últimas semanas están recibiendo peticiones de muchos dueños de pisos de alquilar las viviendas de forma temporal, con un contrato que no llega al año, en general de once meses. Con ello pretenden que el inquilino no llegue al año y que no haya que renovar automáticamente, puesto que sino sería el arrendatario quien decida seguir o no en el apartamento por una duración de hasta cinco años por contrato.

De esta forma los arrendadores se permiten eludir el futuro tope a la subida de las rentas y la protección a los morosos ante el deshaucio, aunque por otro lado tendrán que hacer frente a más impuestos debido a que eliminan deducciones fiscales que favorecen a los arrendadores del mercado tradicional.

Fuente.- Faro de Vigo