Tras seguir la evolución de las rentas en las grandes ciudades, se ha visto que el alquiler ha tardado algo más de tiempo en registrar caídas generalizadas en sus precios frente al mercado de compraventa, desde el avance del parón económico provocado por la crisis sanitaria del covid-19 en marzo.

Esta rebaja generalizada de los alquileres tiene como causa principal el aumento de la oferta de viviendas en el mercado de arrendamiento, sobre todo, durante el periodo de confinamiento. De hecho, el incremento del número de pisos en stock durante la última semana de septiembre (hasta el 20 de septiembre) se ha más que duplicado en todas las ciudades analizadas si lo comparamos con hace un año, pero también se ha multiplicado si cotejamos con los datos recogidos justo la semana antes del comienzo del estado de alarma (8 de marzo de 2020).

Durante el confinamiento, también ocurrió que se alcanzaron mínimos en la oferta de pisos de alquiler, sobre todo durante las restricciones más duras de la cuarentena en la pasada Semana Santa, pero, desde entonces, no ha parado de crecer hasta la vuelta a la normalidad, y tras la salida del estado de alarma. 

Existen varios motivos que pueden explicar esta acumulación de stock: por un lado, el atasco que se produjo durante el confinamiento al no poder visitar inmuebles y cerrar alquileres y por otro, están los inmuebles que se pasaron del mercado de compraventa y del alquiler vacacional al alquiler de larga duración.

Madrid es la ciudad con mayor volumen de viviendas en el mercado del alquiler, con más de 30.700 casas en stock en la última semana hasta el 20 de septiembre de 2020, seguida de Barcelona, la cual presenta presenta actualmente cerca de 23.500 pisos en alquiler, lo que supone, como en Madrid, duplicar el stock de anuncios de hace un año (septiembre 2019).

Fonte | Idealista