El sur de Europa (zonas costeras de Portugal, Italia y España) sigue siendo atractivo para los inversores procedentes del extranjero pese al impacto en el mercado inmobiliario de la pandemia del coronavirus. Los beneplácitos de la vida al sur de Europa, entre los que se encuentra un clima suave, buena comida y amplios beneficios sociales, siguen atrayendo a los inversores residentes en otras latitudes para comprar una casa en las costas de España, Italia y Portugal.

La demanda extranjera sí se ha visto afectada desde marzo por las medidas de confinamiento en todos los países y por las restricciones a la movilidad, que dificultan la entrada de inversores interesados en comprar una residencia. Pero a partir de mayo comenzó a recuperarse, y tanto España como Italia han mantenido niveles de demanda positivos.

Pese a que Italia fue el país europeo donde más incidió el comienzo de la primera ola del covid-19, lo que provocó que la demanda internacional cayera drásticamente en marzo, el país transalpino muestra ahora una gran recuperación de la demanda internacional, con un incremento medio de 6 puntos en el tercer trimestre frente al mismo periodo del año anterior, mientras que en España la demanda procedente del extranjero se ha recuperado un punto porcentual entre junio y septiembre frente al 3T de 2019, para quedarse en un 13% de foráneos interesados en comprar casa.

El mercado inmobiliario portugués también ha mejorado frente a marzo, pero no al mismo ritmo que los mercados vecinos a cierre de finales de septiembre. Pese a ceder un punto porcentual frente a 2019, el 25% de la demanda foránea en el mercado luso es la más alta de los tres países analizados, lo que demuestra el peso de la compra por parte de extranjeros en el país vecino.

Fonte | Idealista