La ofensiva del Gobierno de Santiago de Compostela contra los alquileres turísticos ha provocado que en los últimos días 500 pisos dedicados a la actividad vacacional hayan tenido que cerrar.

En caso de seguir con la actividad, sin contar con la licencia municipal, las multas pueden llegar hasta los 15.000€  y la presentación de la Policía Local en la vivienda, lo que lleva a muchos propietarios a cancelar reservas ya cerradas pese a estar dados de alta en el registro VUT de la  Xunta. Desde el Palacio de Raxoi se estima que en la ciudad hay al rededor de 900 pisos destinados al alquiler vacacional, de los que únicamente 36, cuentan con la licencia municipal.

La concelleira de la materia,  Mercedes Rosón, defiende en una entrevista a ABC, que no buscan prohibir ese modelo de negocio sino regularlo, además de culpar a esta actividad de que non haya pisos disponibles ni para familias ni para estudiantes en el resto de la ciudad. Rosón también ha recalcado que desde 1998 existe una ley municipal que prohibe la creación de este tipo de actividades en viviendas particulares y que ya se lleva tiempo notificando a los propietarios que destinan sus pisos al alquiler turístico que cesen su actividad.

Entre los cambios que plantearán desde la coorporación municipal están la prohibición de abrir viviendas destinadas para turismo en la zona vieja de Santiago además de la posibilidad de abrirlos en primeros o bajos en el resto de la ciudad así como contemplar la explotación como VUT durante dos meses al año en cualquier ubicación de la capital.

Fonte.-ABC