Según los últimos datos publicados por el Consejo de la Juventud de España, los menores de 34 años deberían contar con unos ingresos próximos a los 2.000 euros para que el esfuerzo de acceder a una vivienda en propiedad no excediese del 30 % del salario. Esos ingresos estimados suponen el doble del salario medio real que registra el segmento joven de la población, además del pago del 20 % de la vivienda para el acceso. Por lo que a nivel estatal se puede apreciar una evidente brecha entre el nivel de ingresos de la juventud y las exigencias de acceso a la vivienda, que en parte explican las dificultades que se encuentra dicho colectivo en el ámbito de la emancipación y compraventa de viviendas.

Fuente | Idealista